lunes, 29 de febrero de 2016

ROBhistorias de Amor. ´´UNA BELLA HISTORIA´´ Capítulo N° 45

Por Mixxx.


Richard:

... Estoy aburrido, la tarde transcurre lentamente... al menos para mi. Mientras todos en la congregación están ocupados en sus labores. Yo me encuentro sentado, afuera de una sala de clases, mirando mi mano vendada... 

El padre Blas ha tenido que trasladarse a Mombasa. Un problema con el director del colegio que los padres blancos tienen en esa ciudad, lo han hecho viajar de urgencia. 

Al despedirse me ha pedido disculpas, por dejarme solo, pero dice que volverá en cuanto solucione este imprevisto que se le ha presentado.

Miro todo a mi alrededor. 

Gracia ha estado toda la mañana haciendo clases... No sé, si su día laboral es así... o en el fondo me rehuye, escudándose tras el trabajo.

Durante la hora de almuerzo, la vi caminar rumbo a su cuarto. Luego la abuela del pequeño Melinek, con una bandeja con comida entres sus manos, se dirigió hasta la habitación de Gracia. Eso me dio a entender en forma clara, que ella no está dispuesta a verme... Al menos por el momento.

 Tampoco  he visto al médico. Después de sacar la radiografía a mi mano y dejarla vendada, ha desaparecido. Por lo que alcancé a escuchar en el consultorio, ha salido con la enfermera con la misión de vacunar a unos niños, que viven en una aldea cercana.

Son muchos los voluntarios que van  llegando a la congregación con ayuda humanitaria. Pero al mismo tiempo, son demasiadas las necesidades que acá se presentan. Siento, que a pesar de la buena voluntad y el tiempo que disponen estas personas, es tanta la carencia que existe en la localidad de Ukunda. Que todos los esfuerzos que los voluntarios hagan, al final no logran dar abastos para palear con la falta de recursos. 


Me da la impresión que estos poblados se han quedado detenidos en el tiempo, siendo olvidados por el resto del mundo.

Entonces pienso en la entereza que debe tener Gracia, para trabajar día tras día en este lugar.

También me doy cuenta que los dineros que ha enviado la fundación han sido ocupados con mucha eficacia por el padre Blas y sus colaboradores. Si no fuera por ellos, esta hermosa obra, en estos momentos solo estaría subsistiendo.

Pero a pesar de la ayuda,  siento que todo lo que se ha enviado es poco. Me siento conmovido, al mirar a mi alrededor, y ver como la pobreza aflora en cada rincón de este pequeño pueblo...

Me parece tan contradictorio, que el paisaje sea tan rico en lo que se refiere a naturaleza y diversidad animal... En cambio es tan miserable, cuando se trata de  las condiciones de vida que tienen los seres humanos que viven acá.

También me cuestiono, como hay gente que pueda tener tantas comodidades y recursos... en los que me incluyo. En cambio otros... con suerte, tienen lo justo para comer...

Cuando estudié economía siempre me enseñaron ha como aumentar los recursos de los demás y también los míos.

De pronto me vi inmerso en un mundo donde lo único que importa, es como se logra hacer crecer el  patrimonio propio y el de la familia. Muchas veces este mundo mercantil se vuelve despiadado, ya que si,  no se es  hábil para los negocios, se corre el riesgo de quedar fuera. 

He visto a varios hombres que prefirieron suicidarse, al momento de ver como por una mala elección se desplomaron sus fortunas.

 Ellos eligieron morir antes de quedar en la ruina.

Tenían ´´miedo a la pobreza ´´. 

... Ahora miro  a mi alrededor y pienso que ellos fueron unos cobardes de mierda... que en realidad nunca supieron. Ni siquiera supusieron lo que era vivir en medio de la pobreza...

Acá en Ukunda la pobreza se palpa y se respira en el aire. Pero a pesar de la precariedad con que las personas de este pueblo se desenvuelven, luchan día a día por salir adelante.

En mis pocas horas acá he visto como hombres, mujeres y niños se desloman trabajando... tan solo por llevarse un pedazo de pan a la boca... Y a pesar de vivir con lo justo, lo que más me sorprende es que cantan y sonríen, convirtiendo a sus esforzadas faenas en actividades llenas de esperanza y felicidad.

Los habitantes de Ukunda, saben que la presencia de los ´´ padres blancos´´ es una gran oportunidad para avanzar. Entonces trabajan en mancomunión con los religiosos y los voluntarios. Hasta el momento, no he visto a nadie que a estas horas de la tarde, ande por ahí de ocioso... Excepto yo...

... En realidad me siento frustrado y muy molesto... La impenetrable actitud de Gracia hacia mi, me tiene desilusionado. 

Además no estoy acostumbrado ha estar desocupado. Siento que no tengo nada que hacer acá... Menos ahora que tengo la mano derecha inmovilizada por una fractura. Hasta el celular me cuesta manejar. Ni siquiera he podido comunicarme con Victoria, para preguntar como están las cosas en Inglaterra. Tampoco he podido hablar con la familia. para contarles que al fin he dado con el paradero de Gracia.

... Hace mucho calor, me siento sudoroso y lleno de polvo. El médico me recomendó no mojar las vendas de mi mano. Siempre he sido muy torpe de movimientos con mi mano izquierda, así que no entiendo como lo haré para darme un baño...

Mientras sigo pensando que me siento literalmente como ´´pez fuera del agua´´ acá en Ukunda. Se sientan a mi lado el pequeño Melinek con un amigo, un muchachito de unos 12 años, piel oscura y ojos vivaces.

Entonces Melinek, me pregunta en su dialecto algo que no logro entender. Abro los ojos y le respondo al chiquillo que no sé, lo que me quiere decir. El amigo de Melinek, me sorprende gratamente, cuando en fluido inglés me dice que Melinek, pregunta si tengo algún caramelo para comer.

Me sonrío, ante los requerimientos del pequeño. Meto con dificultad mi mano izquierda en el bolsillo de mi campera, y  saco de ella un par de chocolates envueltos en  papeles brillantes. 

Aunque derretidos por el calor, se los ofrezco a los niños. Los ojos de Melinek y de su amigo parecen echar chispas de alegría. Yo también desenvuelvo un pegoteado chocolate y lo introduzco en mi boca. Cierro los ojos,  al sentir el placer que me da el dulzor de la golosina.

Siempre, a donde voy, llevo conmigo una buena ración de chocolates para mi uso personal. De pequeño que soy fanático de los dulces.

Me intriga la bolsa que el amigo de Melinek transporta entre sus manos. Mientras degusta la golosina, comienza a sacar de ella, un montón de collares de diseño étnico, realizados con madera, cuentas de arcilla y piedras.

 Algunos están terminados. Entonces Bakari, que es así como se llama el pequeño, saca otra pequeña bolsa del bolsillo de su pantalón, en donde tiene en forma muy ordenada, nuevas piezas de madera y piedras, que aún no han sido utilizadas. 

Con una destreza única, comienza a enlazar cada una de estas piezas en pequeñas lianas vegetales, dando origen a nuevos collares. Me quedo sorprendido al ver la motricidad fina del niño. 

Desde mi punto de vista, se puede tomar a cada collar como una verdadera joya.

- ¿Dónde aprendiste esto? - Le pregunto a Bakari, mientras le ofrezco otro chocolate.

- Lo aprendí de mi mamá, cuando estaba viva. - Me contesta el niño en perfecto inglés, muy concentrado en la labor que está realizando.

- ¿Y que haces con ellos?- Le vuelvo a preguntar.

- Los vendo a los voluntarios que vienen a ayudar. A veces cuando ellos se marchan, me compran varios para llevarlos de regalo. - Me cuenta Bakari con los ojos brillantes. Al parecer el chico se encuentra feliz con la labor que realiza.

- ¿En que utilizas el dinero que reúnes? - Le vuelvo a preguntar. Ya que la conversación se ha vuelto interesante.

- Se la entrego a papá, señor. Somos cinco hermanos. Pero con el escaso sueldo que mi padre logra reunir con los trabajo esporádicos que realiza, a veces no nos alcanza para vivir. 

Cuando mamá estaba viva, yo le ayudaba a hacer estos collares y luego veníamos acá a la congregación a vender. También se los ofrecíamos a los turistas que pasaban por el lugar, rumbo a la reserva. Cuando ella murió, producto de una fuerte fiebre, quedaron los materiales... Entonces para recordarla comencé a fabricar los collares como  ella los hacía. Con el tiempo y la escasez de recursos, los comencé a comercializar. - Me conmueve el relato del pequeño. Además me llama la atención, el manejo del idioma y su vocabulario tan fluido.

- ¿Dónde aprendiste el inglés. Lo hablas bastante bien?- Le vuelvo a preguntar, mientras me acomodo en el asiento, para poder escuchar lo que Bakari me tiene que contestar. A estas alturas tengo la bolsa con chocolates sobre mis piernas, los que Melinek engulle con alegría.

- La primera vez que la maestra Gracia estuvo en la escuela, me dio clases de inglés y español. Ella siempre le decía a mamá, que soy un niño muy inteligente. Entonces se preocupó en forma especial de mi educación. Me hacía estudiar incluso en las horas que ella tenía libre. Es lo mismo que ahora hace con Melinek, para enseñarle hablar. La maestra Gracia es muy buena, se preocupa de todos nosotros...- Me contesta en forma clara el pequeño. Me quedo pensativo por unos momentos. Por lo visto Gracia es perfecta en la labor que realiza. Esto la hace admirable ante mis ojos.

- Dime una cosa Bakari... has hablado con la maestra, de lo que piensas hacer cuando seas grande... - Le vuelvo a preguntar. Cada vez me intriga más este niño, al que Gracia con esfuerzo y tesón ha sacado adelante.

- Por ahora es difícil que le responda a esa pregunta, señor Welleslley. Porque estoy consiente que no están dadas las condiciones, para que yo pueda seguir estudiando. Por suerte tengo la oportunidad de educarme en la escuela de los padres blancos. Además la maestra Gracia, me ha regalado libros, los que leo en las noches a la luz del fuego... 

... Pero a pesar de esto tengo un sueño... Me gustaría que la localidad de Ukunda crezca. Acá hay gente que cocina, otros hacen todo tipo de artesanías. La maestra nos ha enseñado que tenemos nuestra propia lengua, y eso nos hace importantes ante el resto del mundo, ya que poseemos una cultura propia. 

La maestra dice que podríamos hacer del pueblo una especie de micro empresa dedicada al eco-turismo, así como lo han echo otras aldeas. Los turistas que van a la reservación, en contadas ocasiones se detienen acá, porque no hay nada que les llame la atención. 

... Excepto mis collares.

Entonces yo pienso, en como hacer para que el poblado sea un lugar famoso, como los que salen en los libros que me ha regalado la maestra Gracia.- Cada vez estoy más fascinado con lo que el pequeño Bakari me cuenta. La tediosa tarde, ahora se ha vuelto entretenida.

- Pequeño Bakari, creo que tú y yo, nos entenderemos muy bien. Es muy agradable saber que en este lugar existe un interesante hombre de negocios. - Le contesto riendo, mientras le ofrezco uno de los últimos chocolates que se le ha escapado a Melinek. Mientras tanto, Bakari no pierde el tiempo, sacando otra pequeña bolsa de entre su ropa. El contenido es un bello collar, fabricado con unas hermosas cuentas verdes talladas a mano.

... Bakari me dice que este es un regalo para la maestra Gracia, y que se lo entregará esta noche.

- ¿Por qué esta noche?- Le pregunto intrigado, mientras acaricio la pieza que me recuerda el color verde de los ojos de Gracia.

- Porque esta noche celebramos la fiesta dedicada  a la luna llena. - Me responde Bakari, salpicando emoción desde sus ojos negros.

- ¿... Y... De que trata la fiesta? - Le vuelvo a preguntar al niño.

- Dicen los ancestros que la luz de la luna hace que la tierra sea más fecunda. Cosa que acá en Ukunda hace mucha falta. Así que todos los meses cuando la luna esta llena, le hacemos una fiesta, para que ella esté contenta y nos mande cosas buenas. También en esta noche, algunos novios se comprometen en matrimonio...

... Así que hoy le voy a entregar este collar a la maestra, para poder casarme con ella cuando sea grande... - La nueva respuesta del chico me deja perplejo. Pero al mismo tiempo hace que me ría de buenas ganas. Pienso que Bakari es un gran hombre, atrapado en el cuerpo de un pequeño.

Alucino con la belleza del collar y la historia de Bakari. Decido que seré yo, quien se lo entregue como regalo a Gracia. Entonces intento negociar con el pequeño.

- ¿Cuánto pides por collar Bakari?- Le pregunto.

- No está a la venta señor Welleslley.- Me contesta muy serio el chico.

- Te ofrezco el doble de su precio. - Le vuelvo a decir.

- Tiene un gran costo sentimental. Yo creo que el doble es poco. - Me contesta el muchachito, con ojos suspicaces.

- Entonces te doy el triple. - Le vuelvo a ofrecer, en caso de que se decida a venderlo.

- ¿Por qué insiste tanto señor Welleslley. Acaso usted también está enamorado de la maestra... ?- Me pregunta Bakari con una sonrisa pícara.

- Pregunta menos... y negocia más... El triple o nada... - Le respondo serio.

- ... El triple es una muy buena oferta. Creo que por esta vez tendré que olvidarme de mis sentimientos... Se lo vendo señor Welleslley por el triple de su precio. - Me contesta el chico, quien al mismo tiempo me da su mano, en señal de haber cerrado el negocio.

- Que gran empresario llegarás hacer Bakari. No sabes la cantidad de veces, en que hay que olvidarse de los afectos para sacar adelante un negocio. - Le digo al niño, mientras respondo a su apretón de manos.

El chico me entrega el collar,  yo saco de mi billetera unos cuantos dolares... Un poco más de los que el pequeño me ha pedido. A Bakari le brillan los ojos de felicidad mientras va contando los billetes y los mete en su bolsillo.

... Seguimos sentados mirando como un sol anaranjado comienza a caer en el cielo áfricano. De pronto Melinek, se para y sale corriendo con los brazos abiertos. Al dar vuelta la cara para mirar en la dirección que el niño se ha dirigido. Me encuentro justo con la mirada de Gracia. El corazón me da un vuelco al verla, porque  viene caminando hacia nosotros.

Bakari también se incorpora para recibirla. Entonces le cuenta que ha estado toda la tarde conmigo y que hemos hablado de negocios. Gracia abre los ojos como si estuviera sorprendida y rie ante la expresión del niño.

Me sorprendo al ver que Gracia se sienta a mi lado. También me siento cohibido. Ella viene recién bañada y perfumada. Además se ve muy bonita, porque ha puesto un poco de color a sus labios. 

... Mientras yo no me atrevo a mover los brazos, porque sé que a estas horas ya comienzo a oler mal, me lo indica la mancha de sudor que se comienza a divisar debajo de mi axila.

- ¿Cómo te sientes... Richard.?- Me pregunta la mujer que amo, con cordialidad. 

- Estaba mal, hasta que Melinek se presentó con su amigo Bakari y decidieron hacerme compañía. La verdad es que me he entretenido bastante con el chico. - Le contesto de la misma forma. Gracia sonríe al mirar a los niños.

- ... Me imagino... Bakari es muy conversador. ¿Sabías que es el alumno más destacado de la escuela?- Me dice Gracia con orgullo en la voz.

- Lo suponía. Su forma de expresarse y sus temas de conversación no pertenecen a un niño convencional. Por momentos tuve la impresión de estar hablando con un hombre mayor y experimentado... Además se nota... que ha recibido clases de una excelente maestra - Le contesto entusiasmado. 

- ¡Tú también lo notaste Richard!- Me contesta Gracia con una expresión llena de alegría. Entonces se acomoda en el asiento y se cruza de piernas. Interesada por escuchar mi relato. Yo le narro lo que conversamos con el niño. Ella abre sus ojos atenta a todo lo que estoy diciendo y ríe a carcajadas cuando le cuento que junto a Melinek hemos engullido un paquete de chocolates derretidos por el calor, pero que a nuestro parecer, son los mejores chocolates que hemos comido.

- ... Había comenzado a olvidar tu afición por las cosas dulces... Richard... - Me contesta mirando el suelo, con voz nostálgica.

- ¿Tan poco signifiqué en tu vida... que comenzaste a olvidarme... Gracia...? - Le pregunto quizá un poco dolido, por su comentario anterior. Aunque al momento me arrepiento de mis dichos.

Gracia me mira fijo a los ojos, sin decir nada. Se muerde los labios, quizá en señal de no querer dejar escapar las palabras. Al mismo tiempo este gesto suyo, hace que me mueva intranquilo en el asiento. De pronto siento a una Gracia confundida. Me lo indica la forma en que sube y baja el contorno de su redondeado pecho, que se escapa por entre el escote de su blusa. 

La miro... y me vuelvo a dar cuenta que tenerla cerca me descontrola...

Sin contestar a mi pregunta, Gracia le dice a Bakari,  que le diga a su padre que comience a preparar lo necesario para la fogata de la noche. También le habla al pequeño Melinek en su dialecto, lo que hace que el niño, vaya corriendo hasta la cocina...

... Entonces nos quedamos solo ella y yo... 

Es la primera vez desde que la conocí, que puedo decir que estamos solos... como Gracia y Richard...

- El padre Blas me ha llamado y dice que volverá pasado mañana. Me ha pedido por favor que te acompañe hasta su regreso. - Me vuelve a decir Gracia con voz suave.

... No sé... pero de pronto siento que se me ilumina el cielo...


C O N T I N U A R Á...

4 comentarios:

  1. Hola Mix. Siempre en el mundo la desigualdad y la mala distribución de la riqueza. Unos tantos y otros tan poco. Es muy triste ver tanta necesidad.
    Me gustó mucho el capítulo de hoy. Y sigo pensando que si tuviera una editorial, publicaría tu historia y nos llenariamos de plata :)
    Besos.
    Anna

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    1. Gracias Anna.

      Esta historia para mi ha sido muy placentera, porque he tenido la oportunidad de mostrar un mundo que mucha gente ni siquiera sabe que existe. Otros saben que está ahí y se hacen los que no ven.

      A nosotras también nos toca muy de cerca. Nuestros países son muy ricos en lo que se refiere a recursos naturales. Pero como siempre solo algunos son los que se llevan la gran tajada del pastel.

      En nuestro continente hay lugares en donde la pobreza es marca registrada y eso da mucha pena y rabia.

      Gracias por lo de la editorial... Pero ´´alguien´´ por ahí... me dice, si es que, me gustaría escribir guiones... jejeje. Yo le digo que con una sola condición... yo elijo al actor... <3

      Gracias linda, por tus palabras.

      Besos!!

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  2. Mixxx!!! Porfis que conversen de lo que paso.... Seria bueno que hablen y solucionen su situación, la verdad es q muero porque haya romance nuevamente entre ellos.... Nos hace falta no crees??!!
    Me encanto la conversación de Richard con el pequeño y el orgullo que siente Gracia
    Besos Mix
    KG

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    1. Hola Karla...

      ... O sea, ellos van hablar... pero les hace falta conocerse de verdad. Lo de ellos en un comienzo fue muy físico, muy de piel. Después de que conversen, si se aman de verdad, se quedarán juntos... si no... será mejor que Rochard agarre sus pilchas y se devuelva a Inglaterra...

      Besitos corazón, nos leemos!! ;)))

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